lunes, 19 de octubre de 2015

Analgesicos

Los analgésicos médicos son drogas poderosas que interfieren con la transmisión de las señales del sistema nervioso a los nervios que percibimos como dolor. La mayoría de los analgésicos también estimulan porciones del cerebro que se relacionan con el placer. En consecuencia, además de bloquear el dolor, producen un “viaje”.
A los más poderosos analgésicos médicos se les llama opioides, que son parecidos al opio compuestos. Están fabricados para reaccionar sobre el sistema nervioso en la misma manera que las drogas derivadas de la amapola, como la heroína. Los analgésicos opioides de los cuales se abusa más comúnmente incluyen oxicodona, hidrocodona, la meperidina, la hidromorfona y propoxifeno.

Los analgésicos no narcóticos son medicamentos utilizados para aliviar el dolor y la inflamación. Se pueden conseguir en las farmacias sin receta médica, o con una receta cuando se indican en dosis más altas.
Entre los ejemplos, se incluyen: Tylenol (nombre genérico: acetaminofeno); medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) como la aspirina, Motrin o Advil (nombre genérico: ibuprofeno) y Aleve o Naprosyn (nombre genérico: naproxeno sódico)
Para qué se usan: los analgésicos no opiáceos se utilizan para aliviar el dolor agudo o persistente de leve a moderado. También se pueden utilizar en combinación con otros medicamentos o terapias para aliviar el dolor de moderado a intenso.
Cómo se toman: los analgésicos no opiáceos se administran por vía oral.

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